miércoles

edén


Corríamos por aquél jardín
como reproducciones perfectas de un mito
tan antiguos como la misma soledad
corríamos por todo aquél jardín inglés
el mito, la sidra, nosotros
el mundo, la risa, nosotros.

Eventualmente, huímos;
ante la felicidad insípida de verdes praderas floreadas
escapamos como palomas.

Y no queremos crecer nunca:
Mas no quisiera marchitarme
Yo sencillamente voy a ubicarme en tu regazo
a esperar que la muerte y el tiempo nos acunen
se lleven cada espacio seco entre nosotros
y nos ahogue la dicha hasta quedarnos quietos.

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