jueves

Descripción taxativa o el comienzo de la fisura

La idea original era una descripción sencilla. Una pequeña pausa, y mostrar con dramatismo sus matices. Pero resulta realmente complicado hacerlo cuando se está presa de una subjetividad desbordante. Y así como las descripciones nunca logran su anhelada neutralidad, el emisor no puede negarse a declarar el estado ánimico y general que le involucra. 

Habiéndose aclarado esta cuestión, procede a relatar los hechos que ocurrieron de la siguiente manera:

Primero; el acople. 
Aún sin existir necesariamente una búsqueda, hay un encuentro. O un descubrimiento, si se quiere. Un asombro. 
Inicia como un deslumbre pequeño, en una comodidad inesperada. Lo que no puede fingirse, calzar en un mismo lugar una pieza, con facilidad. Casi con gracia. A veces con gracia. Se instala una certeza, también, aún pequeña. 

Segundo; todo el tiempo un tirón. Parece una cuestión de minerales. De magnetismo, podría decirse. Con certeza, actuaba la fuerza gravitacional, concentrando su curva en un solo objetivo. Moléculas orgánicas arrastradas a chocar con otras, para que sus átomos no puedan tocarse jamás. Aquí no había frontera. 
No una clara, al menos. Solamente continuidad.

Tercero: el secreto. Sobredosis. No el secreto. En el registro, expuesta frágil. Las venas son visibles contra la luz. No obstante, prolongarse. Despedida. 

Cuarto. La distancia. Distorsiones cognitivas y pánico generalizado. Perspectiva de realidad, cuestión angustiosa. Cortisol. Taquicardia.  
Pausa. La recomendación médica consiste, primordialmente, en consumir agua de forma efusiva. Esto con el objetivo de estimular la actividad cerebral y el correcto funcionamiento de las áreas de la corteza frontal asociadas al comportamiento social y la memoria. Hidratarse con frecuencia.


Quinto: abrazar el fracaso. Correctamente asesorado por un experto en literatura romántica, la heroína de la novela rema a contrapelo de la historia. Algo se ha aprendido de audacia en un siglo de timoratos. Que venga el torrente, que hay que hacer caudal. Ingenieros modifican la ruta, pero los ríos son tiranos. 

Sexto. Cartografías y debates constituyentes, trazar líneas que acercan, en mapas distantes. La fundación de una ciudad. El bautizo con festejo. Rompen la copa en el suelo. No hay ciudadanía. Hacer nidos no impide migrar. Pájaros al cielo y fotografías. No queríamos verdades absolutas y quién es una para negarla cuando la tiene al frente. La certeza, antes pequeña, engorda. Empieza a ocupar todo el lugar y la casa crece y crece en sintonía. 

Séptimo, como señalan variados estudios psicológicos, son las categorías las que permiten taxonomías más precisas. Una aproximación más científica. El colapso con lo real fue el advenimiento de algo acategorial, incapaz de contenerse en una sola cosa, sino un insondable muchísimo, agramatical. El número mágico que en la cábala era la verdad. 

Octavo. La orientación fue clara: puntualizar en base al análisis concreto, el desarrollo de las fuerzas. Impulsar tareas preparatorias. Nuestra historia se ha escrito de mil formas ya. No podemos conocerlas todas, pero sí podemos conocer lo que signa el presente. El llamamiento fue claro: saltar al vacío sin romperse los huesos. El movimiento real de las cosas. El giro sobre el eje, que lo subvierte completo. La experiencia y la expectativa. La contemplación y el goce en la misma construcción. 

Las milicias descendían de los montes con el rostro manchado de aventura y decisión. 

Así que bajé también a despellejarme en él.

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