jueves

mal-decires

Torpeza de vez primera
camino en madera al fuego
la risa en ofrenda entrego
en brasas hundo la huella
nadamos entre botellas
el duelo en la madrugada
en la mañana enlutada
mientras aclaraba el cielo
sus manos el pan me dieron
me voy luego con la helada
 
Miré asustada los cerros
seguí bajando deprisa
también bajó la neblina
yo nunca entendí su gesto
ladraron fieros los perros
casi al final del terreno
en el secreto sendero
todavía sin respuesta
con la cabeza revuelta
sangrando llevo el desvelo
 
Puñal que causó la herida
la noche de los agravios
pasar llorando calvarios 
de tanta verdad perdida
en la duda sumergida
me acosa la incertidumbre
camino en la muchedumbre 
quisiera fuera certeza 
pero la duda regresa
y la calma me interrumpe

Irrumpe como un cometa
volando en un cielo negro
a cualquiera deja ciego
aún cuando fuera honesta
no hay confirmación de vuelta
y los mares son la gente
me ahogo solo en la mente
aquí en el centro no hay agua
caminaré hasta la playa
a ver si cambia mi suerte
 
Se instala en mí la sospecha
haciendo casa en mi pecho
tormento al que le doy techo
aún estando deshecha
es que me clavó la flecha 
sin pausa ni explicación
yo esperaba contestación
y solo encontré silencio
este disimulo inmenso
más el pinchazo de un rumor
 
Mi mal-decir fue condena
cadena al cuello amarrada
mi sangre está derramada
y el espiral de la pena
en el vaso la tormenta
mirando que la tontera
de mi cuerpo se apodera
basta, me digo intranquila
porque lo que hoy encandila
luego se vuelve teorema

Problemas yo más no quiero
cultivé ya suficientes
malvadas que son las gentes
me digo en el fuero interno
y aunque parezca el infierno
insisto en el desacato
porfiada como los gatos
siguiendo una hilacha esquiva
me lleva ya en su deriva
guitarra y vino barato

Lejos escucho su canto
escapo en marea baja
para perder mala racha
para que no vea mi llanto
tanto sufro y me adelanto
porque conozco la historia
está fresca en mi memoria
entonces le tengo miedo
y sin palabras me quedo
sintiendo tan fuerte euforia

Los pensamientos de duda
ya me inundaron los días
con agua salada y fría
con el temor de la bruma
me quejaba de la lluvia
y esta sequía se alarga
me deja la boca amarga
un sorbo de yerba mate
peor fue este disparate
se siente como una llaga

Y sin pensarlo siquiera
salto de nuevo al vacío
no llego a sentir hastío
aunque fuera por su vera
si ni una señal me diera
igual seguiría al frente
yo no le temo a esta muerte
que si es por la copa rota
celebro hasta mis derrotas
victorias tendremos siempre.




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