treintaiuno los surcos
desta cara bordada con furia
un juego de doblez torpe
novelesco es el pellejo
tiene hasta pecas de penas
y treintaiún manchas
treintaiuno los huesos rotos
y treintaiuno los pasillos
del laberinto en el cráneo
donde se pasean
a empujones
las memorias a medias
y las medias perdidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario