cuídame del mal, señor
porque me está llevando un hijo tuyo
con la marca de Caín en la frente
me creí bailarina del averno
me protegían
el fuego y las fieras
querer salir
y no pude volver a entrar
vi una frágil miseria
todo desde fuera
es burdo
me vi en el tablero
recibiendo los dardos
donde mismo
soy masoquista dios mío
líbrame de este mal, señor
decirte que no
es parte
deste intercambio perverso
negarte, señor, es parte
tráenos tu reino de justicia
tu pan tu don
cuánto tiempo es la espera que espero
aquí abajo pedimos a gritos
y tú no miras siquiera
empiezo a pensar, señor
que si fuimos hechos
a tu imagen y semejanza
eres entonces esto
esta fractura de hueso de mono
esta manera de tomar un palillo
y un hijo tuyo, sucio
que muerde cuando te alejas
que persigue
y su memoria pincha el ojo
líbranos de todo mal, señor
líbranos de todo mal
alguna vez, que sea.
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