quiso hundirse en el aguanegra
que la culebra enroscada en el cuello
la dejara respirar apenas
abandonar el yoísmo
el error impecable
-hay que cruzar ese umbral
habló el oráculo
y empezó el descenso
hundirse en el agua opaca
no verse ni las manos
-¿mientes? ¿o dices la verdad
torpemente como los niños?
bajo el agua se volvió
tan cautelosa como muda
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