Bailaba como un trompo, girando sobre si misma, y las interminables vueltas no le dejaban ver donde terminaba el suelo y comenzaba el aire, dejábase llevar ella por los sonidos repetitivos pero no por eso menos atractivos que provenían de otra parte. Escalón por escalón, él se va armando de valor, no puede resistirse ...
El movimiento es suave, las caricias lentas, todo ha sido tan rápido...
5 minutos exactos. Está dispuesta a recibir sin más precio que entregar su parte, en un intercambio de papeles. Es cuando toma el control, se convierte en la dueña de la situación. Todo va viento en popa, ya están decididos, ambos, en conseguir lo que quieren, algo así como amor sucedáneo, ¡lo están logrando!
En eso, los amigos entregan apoyo moral que no necesitan.
Entre sonrisas falsas, y miradas morbosas, desaparecen de la habitación hasta el día siguiente.
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