lunes

y son casi 18

entonces todo se barre, todo se borra, todo se fuma, todo se esfuma.
eso me decían, cuando se caía el muro del patio
de mi casa en la villa de los pacos
me acuerdo cuando mi papá estaba en esa casa
me acuerdo que él me bañaba en la tina
hacíamos murallas de espuma con el champú de mi mamá
con el que era caro y olía rico
para que nos retara
y salíamos a pasear al zoológico
que nunca era demasiado grande
y después me compraba dulces
dulces como los que salían en el chavo del ocho
y me contaba que estuvo escondido
que jugó a las escondidas mucho tiempo
y ahora en su corbata cobija historias vacías
que ya no importan
porque lo viejo ya no importa
me decían, cuando tomábamos fotos en los parques
y las mías no tenían enfoque
todos nos reíamos mucho al revelar el rollo
y ver manchas y dedos en la lente
y fotos a los basureros y a las cajas de leche
y yo guardaba todas esas fotos en cajitas verdes
y en una caja verde más grande los otros regalos.

después, o antes de todo
nació mi hermano
me gustaba jugar con él
tambien me gustaba que mi papá se fuera de viaje
y me trajera lápices de colores y otras cosas
que mis compañeros admiraban
y dejamos de andar en micro
mi papá siempre estaba contento
entre el partido del domingo y su vino del sábado
y el odiado Las Lanzas
y la oficina en la semana, y los papeles
y los cuentos de las 10 de la noche cuando llegaba cansado
arriba del pájaro negro que vuela por la ciudad
y en el iglú del pingüino cacato
había espacio para mi hermano
había espacio para mí
así me acuerdo

en la mañana íbamos juntos al colegio
y una vez casi me caigo del auto
en mayo las cosas eran distintas
las idas al sur eran problema
la abuelita estaba vieja, estaba loca
y mi papá seguía en sus papeles
cada vez más lleno de papeles, de viajes, de papeles
seguía con el Blanco, con el otro que no me acuerdo
los colegas, los colegas
los amigos y los colegas

en mis cumpleaños me entregaba paquetes grandes llenos de cosas
me acuerdo también cuando nos fuimos de la casa
todos juntos de paseo
en un auto feo
cantando canciones malas
y haciendo competencias de flatos
parando en las estaciones de la copec
a comprar leseras
como esos cofres del tesoro
de donde salió mi primera cámara
y ya no tenía que robársela a mi papá
yo le sacaba fotos y salía contento

mi papá estaba muy contento
y se puso a armar la carpa solo
todos los veranos en tongoy
y hacíamos una bandera
para que los amigos supieran donde estábamos
y mi papá me dejaba ponerle bloqueador solar
en las orejas grandes, en su nariz grande y en su pelá
se reía porque yo no tengo la nariz grande
se reía porque yo no tengo las orejas como radares
se reía porque no nos parecemos en nada
me acuerdo que después ya no habían más carpas
y todo era un cerro con cabañas blancas
como de isla griega
y ahí mi mamá ya no nos miraba
hacía puzzles
y mi papá se aburría
entonces me cansaba y salía a dar vueltas
a tener malas influencias, que siempre son divertidas.

también me quedaba en la casa de mi abuela
escapando de las camisas
del terno
de la corbata horrible
que escondía en un cubo de madera donde habían premios de la cajita felíz
me gustaba ir al Macdonal, pero mi papá
mi papá ya no tenía tiempo para eso.

después dejé de sentirme tranquila
un día mi mamá fue a dormir conmigo
y estaba llorando
y yo no entendía nada, solo quería que se fuera
me puse los audífonos de mi personal stéreo
puse un cassette de nino bravo, porque me gustaba su voz grave
y lloré con mi mamá
lloramos mucho rato
tanto que no me dí cuenta
en qué momento mi papá se fue corriendo
y lo echaba de menos
hasta que me dí cuenta que seguía viéndolo igual que siempre.

entonces siempre fue igual
en los cumpleaños siempre fue un fantasma
el fantasma de los regalos grandes
una sombra que me sonreía desde la esquina
eso me decían, cuando ya no estaba

luego conocí a su novia
ella me recordaba que yo era gordita
lo hacía cada vez que podía
y yo ya no me acordaba de nada bueno
olvidé todos los juegos con mi papá
él me decía que yo me estaba haciendo grande
yo no quería creerle
yo nunca quise creerle

de pronto vendió mi casa
y me fui con mis cajas verdes
llenas de cosas viejas, bonitas
y mi mamá tenía muchos novios, pero a él lo odiaba
odio a tu papá, me decía
y yo olvidé todo lo bueno
olvidé olvidé olvidé
y mi mamá tenía muchos problemas
ya no hay más plata, me decía.

me cambié de colegio
a ese me iba en micro, en la 214
a mis compañeros no les importaban mis lápices de colores
ni mis dibujos ni mis poemas
les cargaban mis pulseras jipis, y que no odiara a nadie
entonces me puse odiosa
guardé todo en mis cajas verdes, los lápices, los dibujos, los poemas
quise ser la más mala, destruir el mundo
y los odiaba a todos
entonces cumplí 13
y me volví un mounstruo
y miraba a mi papá miraba a mi mamá y a sus novios y a la novia
y los odiaba
pero me odiaba a mí mas que a nadie
después pensé : así que esto es la adolescencia, odiar
tu papá tenía razón cuando te dijo que estabas creciendo
me decían
uno deja de ser chico para odiar a la gente, pensaba yo
ya no quiero dejar de ser chica, pensaba yo
y mi papá solo quería que yo creciera y lo dejara tranquilo
y dejara de llorar por todo

lloras como una magdalena, me decían
me acuerdo que así era todo
ya estaba con mis amigos
con suicidas hablantines cansados de sí mismos
y todo era dolor, droga, dolor, más droga.
la felicidad al alcance de tu mano, me decían.
y a mi no me importaba, porque me daba cuenta
me dí cuenta que mi papá mentía
me dí cuenta que mi papá también sabía cagarla
entonces empezamos como una competencia
y sin darse cuenta él llevaba la delantera
kilométrica, abismante
y pasaron los años
corriendo como locos
y me pincha, como una estaca, estar ganando
el embarazo me resulta embarazoso
mis celos se transformaron en pequeñas moscas
zumbando en la oreja
pero no me duele ahora.

ahora
ahora miro mi pieza
esas cajas verdes que hoy sólo ocupan espacio
porque las fotos no sirven de nada
tampoco los dulces añejos, las cartas y los poemas de cumpleaños
al final todo mi papá se redujo
a un cachureo presente en varios lugares de mi pieza
a un espejo con barba pintada y a ese orgullo incontenible y absurdo
a un nudo en la garganta, una corbata imaginaria
a una problemática constante para salir los fines de semana

y aún así
aún así
yo amo a mi papá
porque es el mejor de todos.

3 comentarios:

cata dijo...

no se si sera la inestabilidad de los dias, pero eso fue de los relatos mas impactantes que lei en mi vida. Y la verdad nunca entendi a esos niños con papas separados, aunque tenia amigos que si los tenian. Sin embargo siempre pense que todo se reducia a agradables salidas los sabados y a tener dos casas. Hasta que me toco vivirlo, y juro es la experiencia mas asquerosa que un adolescente,niño, ser humano pueda enfrentar.Lo peor es que no es el dia en que ocurre, no es algo que paso un dia y ya. es una transformacion, una condición, porque te das cuentas que no va a pasar y que nunca volveras a ser la misma por mas que lo intentes, que llevaras los llantos, los bajones, las peleas, las locuras, las palabras por siempre y que finalmente estas horriblemenet jodida por culpa de los errores de otros.
gracias alé por hacerme sentir que no soy la única.
cata.

speversogn dijo...

mmm

A.Decap dijo...

pero panchi D;