Los ciclos termidores de tu garganta
se anudaron a esa especie de
corbata que tejí
de último poema encarcelado a tus olores
a tu purísima constante a tu tradición de guachuchero
tierra prometida de la lengua aguada
de la orbitante transparencia de un cristal
ojos de viruta picante
cortaba serruchos con la pura pupila
colgaba pellejos en la ventana
como quien burla el destino
con un chistar de dedos.
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