Cusqueña

No tengo por costumbre abrir la boca
frente a nadie en particular
mucho menos a la multitud en general
menos a todo lo que me rodea quizás porque
de vez en cuando nos ponemos pingüinos pacatos
jugando con palabras que
definitivamente no recordarás porque son de otros tiempos
míos íntimos míos de la niñez y esas cosas
pero tu me contaste de rocas de buceos solitarios
y mi corazón se derretía en éxtasis barroco multicelestial
para hacerte escaleras al cielo o lugares comunes parecidos
no soy precisamente un caudal de creatividad cuando se trata de esto porque
en verdad cuando algo toca tanto las entrañas es difícil traducir en palabras
y el fonema se ve tan vacío tan palabra tan tonta
ni un garabato es no sé si sirve
difícil de explicar una especie de calor ah no han de confundirlo con calentura
aunque no se contrapone tampoco
solo me puse a armar modelos y luego vi la cara tuya anudada a esta especie de masa
no se de dónde han sacado que uno se funde en el otro crisol que sólo fundirá metales
contando llegamos 200 más uno más dos que importa ahora sólo el registro del quiebre
y la intentona desastrosa que vino después una vena colapsó se rompió un diente
que dejó atrás el diente de leche a puro relampagueo
indispensablemente pensado a puro eco conflictivo
presentes terratenientes de taciturnia ninfantástica
pausa la franca incompleta de sedantes sedosos
si cada efecto cada táctica es póker
surge la fecundidad instantáneamente de un intertexto
si el entrecruzado de cables al final del día descalabra
habría que tener la locura en la razón bien dispuesta
para avanzar a la lógica de las cosas
a coleccionar despertares mundiales
sacando a pasear los miedos como perros
soltándolos como pandora
y verlos correr como quien se sienta
a esperar el pan o las montañas moverse ay quién sabe
es amarrarse la camisa al cuello tirar los dados
echarse a volar las piernas y bordarlas de triunfo.

tanta realidad tuve y tanta vi que mandaría a pedir un receso de imposibilidades  como este que tengo sentado en el hombro para empuñar imprecisiones
por hoy ya basta, ¿no creís?