viernes

Baroque

Antes del comienzo incluso, ha creado la historia completa y se aferra a ella con la fuerza de mil soles. Estaba tras la trampa esperando el subterfugio; todo es calipso, topacios rodean su cuerpo. Una planta le crece entre las piernas y es entonces cuando empieza a resquebrajarse el vidrio que cubre su vientre y entra él, girando como un trompo trompo, dando  vueltas, armando revuelo. Ella está pariendo un bosque. Él viene con roce que nada tiene que ver con el rocío; es metal caliente haciendo espejos con arena y caracoles que de no haber fuego le comerían la cara. Ella tiene una selva entre sus piernas y él busca jardines japoneses. Hunde su huella en la piedra y rompe en llanto. El vidrio se rompe también: el cuerpo de ella está abierto frente a él, lo invade la vegetación con millones de verdes; árboles de cloroformo y clorofila crecen tan rápido, que los giros no pueden sacarlo de la jungla, del trópico de cáncer del cuerpo floreciendo.

Mueren los dos entre un arrayán y unos alerces.

No hay comentarios: