No hay cronologías posibles ya
compuse himnos para su retorno
labré días siglos a la espera
hoy tengo miedo de encontrármelo
en medio de un mal cálculo en la micro
haciendo cola en el banco no sé
caminando en dirección a plaza italia
bellavista enceguecida de alcohol
tengo miedo de pillarlo en una esquina
y andar desnuda sin espada sin guantes
tener que correr al siguiente paradero
grecia es torrente fluvial
sin mirar atrás sabiendo
que reconocerá mis lunares
y me creerá lunática
Tengo miedo de encontrarlo al sol
abrazada a la cordura del sueño
entregarme al temor del vino
asumir los costos del presente
Tengo miedo de encontrarlo
y haberme vuelto invisible
tanto que en el paisaje
no logre distinguirme
Tengo miedo
no porque le tema en realidad
a su imagen a su sombra a la trenzas que lo cobijan
sino al sincopado de mi corazón
en el encapsulado de su negación
al látigo a lo imposible a su lengua
a sus pasos tengo miedo
tan impunes tan
sueltos por santiago
posibles posibles por toda la ciudad
Tengo miedo de virar mal en portugal con la alameda
verme en una sala de cine a tres butacas de él
estar presa de una película y su ritual
Tengo miedo de verle cruzando en quilín con vespucio
llendo en un automóvil a 100 kilómetros por hora
atravesar su reflejo a contraluz
Tengo miedo no sé qué hacer con él
porque me come de a pedazos
y me causa comezón en el cráneo
son postales y recolecciones de fotos
hundida en el lago caburgua
monocromo gelatinoso él bajo el sol de valdivia
No voy a temerle más
haré como el ciclo de la pérdida
dispararé al retrato no a mi pecho
nadaré en mis aguas reinaré mi predio
lo dejaré escondido
hasta encontrarlo de frente.
(Antes Icalma, Temuco, 2014)
No hay comentarios:
Publicar un comentario